La inflación de precios al consumidor en Reino Unido cayó a 3,6% en octubre desde el 3,8% registrado en septiembre, marcando el primer descenso desde mayo según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas, impulsado principalmente por menores incrementos en precios de gas y electricidad tras el ajuste del 2% en la tarifa energética de Ofgem, significativamente inferior al 9,6% del año anterior. La inflación core, excluyendo alimentos, energía, alcohol y tabaco, se desaceleró a 3,4% desde 3,5%, mientras que la inflación de servicios, monitoreada de cerca por el Banco de Inglaterra, disminuyó a 4,5% desde 4,7%. Los mercados financieros asignan 80% de probabilidad a un recorte de tasas de interés de 0,25% en la reunión del Banco de Inglaterra del 18 de diciembre, ante la combinación de inflación moderándose y crecimiento económico débil de apenas 0,1% en el tercer trimestre. La Canciller Rachel Reeves destacó la caída como positiva antes de presentar el presupuesto de otoño el 26 de noviembre, aunque economistas advierten que medidas como el aumento del salario mínimo y mayores impuestos a empleadores anunciados previamente podrían agregar hasta un punto porcentual a la tasa de inflación, que permanece como la más alta entre economías avanzadas.