La Fed reduce tasas: Cuando el consenso se vuelve realidad
La Reserva Federal estadounidense aprobó el miércoles un recorte de tasas ampliamente anticipado y señaló que dos más están en camino antes del fin del año, confirmando lo que los mercados habían estado susurrando durante semanas como un adolescente planificando la gira del fin de semana. El Comité Federal de Mercado Abierto, en una votación 11 a 1 que mostró menos disidencia de la esperada por Wall Street, redujo su tasa de referencia en un cuarto de punto porcentual, ubicando la tasa de fondos federales en un rango entre 4%-4.25%.
El único rebelde del grupo fue el recién instalado Gobernador Stephen Miran, quien como ese invitado a la cena que siempre pide más postre, abogó por un recorte de medio punto en lugar del movimiento de cuarto de punto. Esta decisión llega en un momento donde la economía estadounidense navega entre dos corrientes: un mercado laboral que muestra signos de moderación y una inflación que se comporta como un huésped indeseable que se niega a abandonar completamente la fiesta.
El comunicado posterior a la reunión caracterizó la actividad económica como «moderada», pero agregó un lenguaje preocupante al señalar que «las ganancias de empleo se han desacelerado» y que la inflación «ha aumentado y permanece algo elevada». Esta combinación de menor crecimiento del empleo e inflación más alta coloca los objetivos gemelos de la Fed en una posición tan cómoda como usar zapatos del número equivocado.
La proyección de los funcionarios en su esperado Dot Plot (imagínense esto como una encuesta anónima entre los miembros del comité donde cada uno coloca un punto indicando dónde cree que deberían estar las tasas de interés en diferentes momentos del futuro.) sugiere dos recortes adicionales antes del fin del año, aunque la dispersión mostró un nivel de consenso similar al de elegir un restaurante entre un grupo de amigos que tienen a la palabra “indecisión” como segundo nombre. Nueve de los 19 participantes indicaron solo una reducción más este año, mientras que 10 vieron dos, lo que indicaría movimientos en las reuniones de octubre y diciembre.
El drama político que precedió a la reunión fue tan intenso como una telenovela, especialmente para una institución que generalmente conduce sus negocios discretamente. La presión del presidente Trump sobre la Fed y el nombramiento de Miran han generado preguntas sobre la independencia tradicional que el banco central ha mantenido frente a la influencia política, creando un escenario donde la política monetaria se encuentra con la teatralidad política en un baile tan delicado como caminar sobre hielo con zapatos de tacón.
Gigantes estadounidenses conquistan Europa: La fiebre de los bonos en euros
El mercado de bonos europeos está experimentando una invasión estadounidense que haría ver a la conquista de Normandía como una excursión familiar. Las corporaciones estadounidenses como Alphabet, Visa, PepsiCo, la firma de pagos Fiserv y Verizon han vendido bonos denominados en euros recientemente, en lo que los analistas llaman «Yankees reversos» en un guiño a los bonos Yankee vendidos por empresas extranjeras en Estados Unidos.
Esta financiación offshore representa un fenómeno fascinante donde las empresas estadounidenses están actuando como turistas financieros inteligentes, aprovechando las condiciones favorables del mercado europeo como quien descubre una joya oculta en un mercado de pulgas. Las ventas han alcanzado un récord de $100 mil millones en bonos en euros por parte de empresas estadounidenses, superando los $78 mil millones del período anterior y demostrando que cuando se trata de encontrar dinero barato, la geografía es solo un detalle técnico.
Alphabet lideró esta estampida europea con una emisión debut que fue tan exitosa como un estreno de Hollywood, recaudando €6.75 mil millones ($7.7 mil millones) en una rara oferta de cinco partes. La decisión de estas corporaciones de buscar financiamiento en euros no es casualidad, sino una estrategia calculada que aprovecha la debilidad relativa del euro y las condiciones financieras favorables en Europa.
Los analistas consideran que esta tendencia continuará mientras la moneda europea se mantenga débil y las condiciones financieras en el Viejo Continente permanezcan acogedoras. Es como si las empresas estadounidenses hubieran descubierto que pueden comprar el mismo producto de lujo a precio de outlet, simplemente cruzando el Atlántico financiero. La proporción en ETFs (canasta gigante que contiene muchas inversiones diferentes (acciones, bonos, commodities, etc.)) de bonos corporativos en euros ha subido hasta aproximadamente el 19%, indicando que esta no es una moda pasajera, sino una reestructuración significativa de los flujos de capital internacional.
China: La apuesta de $10 billones que llegó en el momento perfecto (O no tanto)
El mercado de bonos chino está protagonizando un drama de timing que rivaliza con las mejores comedias de errores de Hollywood. En cada uno de los últimos dos meses, los bancos comerciales como China Construction Bank Corp. aumentaron sus tenencias generales en más del 20% interanual, alcanzando 72 billones de yuanes ($10 billones) para agosto, según datos del banco central. El problema es que esta masiva apuesta llegó justo cuando el mercado alcanzaba su pico, como llegar a una fiesta exactamente cuando todos se están yendo.
Esta situación presenta una ironía financiera digna de estudio: mientras los bancos chinos duplicaron sus apuestas en el mercado de bonos domésticos, el timing no pudo ser más desafortunado. Es como si hubieran decidido comprar paraguas justo cuando terminó la temporada de lluvias, o invertir en equipos de esquí en pleno verano tropical.
El contexto macroeconómico chino añade capas de complejidad a esta narrativa. El rendimiento del bono chino a 10 años ha caído un punto porcentual desde el comienzo de 2024 al 1.6%, reflejando las expectativas de una economía que navega entre estímulos gubernamentales y presiones deflacionarias. El rendimiento subió a 1.87% el 15 de septiembre de 2025, marcando un incremento de 0.05 puntos porcentuales respecto a la sesión anterior, sugiriendo que el mercado está comenzando a reconsiderar su apetito por estos instrumentos.
La situación se vuelve aún más intrigante cuando consideramos que los inversores globales están una vez más mostrando interés en los bonos gubernamentales chinos, después de una venta masiva impulsada por una rotación hacia acciones.
Los bancos chinos, actuando como jugadores en un casino que no pueden abandonar la mesa cuando están perdiendo, han mantenido su estrategia agresiva de acumulación de bonos. Esta persistencia podría interpretarse como confianza inquebrantable en la política monetaria doméstica, o simplemente como el resultado de limitadas alternativas de inversión en un entorno económico complejo.
Paraguay: Proyecciones del guaraní en un mundo de incertidumbre
El panorama económico paraguayo presenta matices interesantes en el contexto global actual, especialmente en lo que respecta a las proyecciones del tipo de cambio. Aunque la información específica sobre la proyección de G. 7,500 por dólar para fin de año requiere mayor análisis, los datos actuales del mercado cambiario ofrecen una perspectiva reveladora.
El tipo de cambio USD/PYG cayó a 7,134.35 el 17 de septiembre de 2025, bajando 0.02% respecto a la sesión anterior, mostrando una relativa estabilidad que contrasta con la volatilidad observada en mercados de mayor escala. Más interesante aún, en el último mes, el guaraní paraguayo se ha fortalecido 1.27%, y está arriba 8.53% en los últimos 12 meses, sugiriendo una tendencia de fortalecimiento que va contra la corriente de muchas monedas emergentes.
Esta performance del guaraní ocurre en un contexto donde el mejor tipo de cambio USD a PYG es 7,148.12 PYG, lo que significa que, por cada dólar estadounidense intercambiado, se reciben 7,148.12 guaraníes. La diferencia entre este valor spot y la proyección mencionada de 7,500 sugiere expectativas de una depreciación moderada hacia fin de año.
Los agentes económicos paraguayos están navegando un escenario global complejo donde las decisiones de la Fed, los flujos de capital hacia Europa, y la situación en China crean corrientes cruzadas que afectan incluso a economías más pequeñas. Es como estar en una embarcación pequeña en un océano donde los grandes buques están creando olas que llegan a todas las costas.
La confluencia de estos factores sugiere que los agentes económicos paraguayos están ajustando sus expectativas basándose no solo en fundamentales domésticos, sino también en la compleja interacción de fuerzas globales que van desde las decisiones de política monetaria estadounidense hasta los flujos de capital en mercados emergentes. La proyección de G. 7,500 por dólar para fin de año reflejaría entonces no solo expectativas sobre la economía doméstica, sino también una lectura sofisticada del entorno financiero internacional.
El oro rompe barreras: Cuando el refugio seguro se vuelve estrella de rock
El oro ha protagonizado uno de los espectáculos más impresionantes de los mercados financieros globales, valuando por encima de los $3,700 por onza por primera vez en una demostración de fuerza que haría palidecer a cualquier estrella de rock. Este rally histórico no fue casualidad, sino el resultado de una perfecta tormenta de factores que convergieron como los planetas en una alineación cósmica financiera.
El oro spot subió 1.1% a $3,680.80 por onza, después de alcanzar un récord de $3,685.39 más temprano en la sesión, mientras que los futuros de oro estadounidense para entrega en diciembre cerraron 0.8% más alto en $3,719.00. Esta performance coloca al metal dorado en territorio completamente inexplorado.
El catalizador principal de esta euforia dorada fue la anticipación generalizada de que la Reserva Federal cortaría las tasas de interés, creando un ambiente donde el oro brilla más que una discoteca de los años setenta. El índice del dólar cayó 0.3% a un mínimo de una semana, haciendo el oro más atractivo para los inversores internacionales, quienes corrieron hacia el metal precioso como turistas hacia una playa paradisíaca recién descubierta.
La relación inversa entre el dólar y el oro se comportó como dos bailarines en una coreografía perfectamente sincronizada: cuando uno baja, el otro sube con la gracia de un ballet financiero. Esta dinámica se intensificó por las expectativas de que la Fed no solo cortaría tasas una vez, sino que mantendría un ciclo de recortes que se extendería hasta el próximo año, creando un escenario donde mantener dólares en efectivo se vuelve tan atractivo como guardar hielo en el desierto.
La demanda por oro también se vio impulsada por factores geopolíticos y la búsqueda de refugio seguro en un mundo donde la incertidumbre económica se ha vuelto tan común como los pronósticos del tiempo equivocados. Los bancos centrales globales han mantenido su apetito voraz por el metal dorado, actuando como coleccionistas obsesivos que no pueden resistir agregar más piezas a su colección.
La plata spot también participó en la fiesta, subiendo 0.3% a $40.79 por onza, después de alcanzar su nivel más alto desde septiembre de 2011, demostrando que cuando el oro baila, los otros metales preciosos no pueden resistirse a unirse a la pista de baile.
Este rally del oro representa más que un simple movimiento de precios; es un barómetro de la confianza global en las monedas fiduciarias y las políticas monetarias. Cuando el oro rompe récords históricos, está enviando una señal tan clara como un faro en la noche: los inversores buscan algo más sólido que las promesas de los bancos centrales y la estabilidad de las monedas respaldadas únicamente por la confianza.