El guaraní se viste de gala: Paraguay ingresa al selecto club de JP Morgan

Como quien recibe una invitación dorada al baile más exclusivo de Wall Street, Paraguay ha conseguido algo que pocos países emergentes logran: la inclusión de sus bonos soberanos denominados en guaraníes en el prestigioso Índice de Bonos de Mercados Emergentes en moneda local (GBI-EM) de JP Morgan, efectiva a partir del primer semestre de 2026.

Esta incorporación no es un simple reconocimiento protocolar. La inclusión refuerza la confianza internacional en la estabilidad macroeconómica del país y permitirá consolidar el atractivo de los títulos en guaraníes, transformando lo que antes era una moneda casi exótica para los inversores internacionales en un activo de cartera respetable. Paraguay se une así a un selecto grupo de apenas 20 países que forman parte de este índice, una suerte de liga de las naciones financieramente confiables.

El impacto esperado es considerable: mayor demanda internacional de bonos paraguayos, reducción de costos de financiamiento y, más importante aún, una ampliación significativa de la base de inversionistas.

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La radiografía económica: El IMAEP revela los secretos del crecimiento

Mientras el guaraní se preparaba para su debut internacional, el Banco Central presentó los últimos datos del IMAEP (Indicador Mensual de Actividad Económica del Paraguay), y los números revelan una economía que funciona con la precisión de un reloj suizo, aunque con algunos engranajes que giran más rápido que otros.

El sector primario registró un crecimiento acumulado de 1,3% aunque cayó 1,8% en julio; el secundario avanzó 7,5%; la manufactura creció 5,8% acumulado y 6,1% en el mes; y los servicios aumentaron considerablemente. Estos datos sugieren una economía diversificada donde no todos bailan al mismo ritmo, pero la orquesta suena armoniosa en conjunto.

El IMAEP al cierre de julio mostró un crecimiento del 4,9% respecto a julio de 2024, y hasta el sexto mes acumuló un crecimiento del 5,2%, cifras que respaldan las proyecciones oficiales de crecimiento del 5% para 2025. Es como si la economía paraguaya hubiera encontrado su velocidad de crucero ideal: lo suficientemente rápida para generar empleo y prosperidad, pero no tan acelerada como para generar burbujas o sobrecalentamiento.

El desempeño sectorial muestra una interesante dinámica estacional que revela que la agricultura impulsa picos en el primer trimestre, mientras que los servicios registran su mayor dinamismo en diciembre. Esta estacionalidad predecible permite a las autoridades económicas planificar con mayor precisión las políticas públicas, como un director de orquesta que conoce exactamente cuándo cada sección debe intensificar su interpretación.

El arte de la quietud monetaria: BCP mantiene el pulso estable

En un mundo donde los bancos centrales parecen estar constantemente ajustando sus instrumentos como pianistas afinando antes del concierto, el Banco Central del Paraguay ha optado por una estrategia diferente: la elegancia de la estabilidad. El BCP mantiene la tasa de política monetaria en 6,0% anual, con la inflación de agosto en 0,1% mensual y 4,6% acumulada interanual, mientras la inflación núcleo se ubicó en 4,0%.

Esta decisión de mantener la tasa sin cambios refleja una confianza institucional en la trayectoria actual de la economía. Con expectativas inflacionarias estables en torno al 3,7% para los próximos 12 meses y 3,5% para el horizonte de política, el BCP demuestra que a veces la mejor política monetaria es la que no genera sorpresas.

Los analistas del mercado coinciden en que el BCP probablemente mantenga esta postura de estabilidad hasta finales de 2025, proyectando una política monetaria consistente en línea con las condiciones macroeconómicas favorables.

Construyendo con ventaja: Paraguay compite en costos regionales

En el ámbito de la construcción, Paraguay mantiene una posición competitiva frente a sus vecinos regionales. Los datos del sector indican que el país conserva costos de construcción por debajo de Argentina, Brasil y Chile, una ventaja que no es menor en un continente donde la infraestructura sigue siendo un cuello de botella para el desarrollo.

Esta ventaja comparativa en costos constructivos se traduce en mayor atractivo para la inversión en infraestructura, tanto pública como privada. Es como tener una sala de máquinas más eficiente que la competencia: produce más con menos recursos, generando un círculo virtuoso de competitividad e inversión.

La mirada hacia el norte: Fed, Powell y los mercados en las nubes

Mientras Paraguay celebra sus logros macroeconómicos, desde Washington llegan señales que recuerdan que vivimos en un mundo financiero interconectado. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, señaló que los precios de los activos, incluyendo acciones, están en niveles elevados, describiendo las acciones como «valoradas bastante alto».

Powell, con la diplomacia característica de los banqueros centrales, reconoce que «por muchas medidas, por ejemplo, los precios de las acciones están valorados bastante alto», pero matiza que este no es «un momento de riesgos elevados de estabilidad financiera». Es como un meteorólogo que observa nubes altas pero no ve señales de tormenta inmediata.

Sin embargo, la perspectiva se enriquece cuando analizamos la contraparte de esta cautela oficial. Los estrategas de Bank of America presentan una visión divergente pero complementaria: las acciones estadounidenses son «tremendamente caras» desde una perspectiva histórica, pero al analizar los detalles, las valoraciones celestiales podrían estar justificadas. Esta aparente contradicción entre valoraciones «extremas» y fundamentalmente «justificadas» refleja la complejidad del momento actual.

La tesis de Bank of America sugiere que estamos presenciando una «nueva normalidad» más que una burbuja tradicional. Los analistas que comparan las valoraciones actuales con la burbuja puntocom están pasando por alto múltiples factores diferenciadores. Es como comparar un rascacielos moderno con una torre de naipes: ambos son altos, pero la ingeniería subyacente es fundamentalmente diferente.

Esta aparente contradicción entre precios elevados y riesgos contenidos refleja la complejidad del momento actual de los mercados globales. Los activos estadounidenses han continuado su rally incluso después de la decisión de la Fed de reducir las tasas en 25 puntos básicos, sugiriendo que los mercados siguen confiando en el aterrizaje suave de la economía americana.

Para economías emergentes como Paraguay, estas señales desde Washington son cruciales. Un entorno de mercados globales estables, aunque con valuaciones elevadas, generalmente favorece los flujos de capital hacia mercados emergentes, especialmente aquellos con fundamentos sólidos como los que está mostrando Paraguay.

Reflexiones finales: Paraguay en el tablero global

La confluencia de estos desarrollos pinta un cuadro optimista para Paraguay en el contexto regional e internacional. La incorporación al índice de JP Morgan no es solo un reconocimiento, sino una puerta de entrada a mercados de capital más profundos y diversificados. El crecimiento económico sostenido, reflejado en el IMAEP, proporciona los fundamentos reales que respaldan esta confianza internacional.

La estabilidad de la política monetaria del BCP, en un contexto donde otros países luchan con presiones inflacionarias o deflacionarias, posiciona a Paraguay como un remanso de previsibilidad en un mundo financiero cada vez más volátil.

Mientras los mercados desarrollados navegan entre valuaciones elevadas y políticas monetarias en transición, Paraguay se presenta como una alternativa atractiva para inversionistas que buscan diversificación geográfica con riesgo controlado. La entrada al exclusivo club de JP Morgan es apenas el comienzo de lo que podría ser una nueva era de integración financiera internacional para el país.

En este complejo tablero de ajedrez financiero global, Paraguay ha logrado posicionar sus piezas de manera estratégica: estabilidad macroeconómica, crecimiento sostenido, política monetaria previsible y ahora, acceso privilegiado a los mercados internacionales de capital. No está mal para un país que, no hace tanto tiempo, era considerado una economía periférica. Hoy, el guaraní baila en los salones de Wall Street, y lo hace con paso firme.

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